La gente tiende a percibir las cosas a la luz de sus experiencias pasadas. Lo mismo ocurre con la noción de «aprendizaje»: nos hacemos una idea de lo que significa a partir de lo que hemos vivido en el pasado.
Así pues, podemos pensar en el proceso de aprendizaje como algo que tiene lugar en una escuela o un colegio y que requiere una presencia física en el aula. También podemos imaginárnosla como una persona sentada sola en un pupitre, estudiando e intentando memorizar mucha información para aprobar un examen.
Sin embargo, un poco de reflexión nos mostrará que el proceso de aprendizaje es mucho más que eso. Al fin y al cabo, los niños aprenden mucho incluso antes de ir a la escuela: aprenden a hablar, a andar y mucho más. Los psicólogos de la educación nos dicen que cualquier actividad que nos lleve a cambiar nuestro comportamiento es «aprendizaje».
Añade la tecnología a la mezcla y te darás cuenta de lo poderoso que puede ser este cambio de comportamiento para niños y adultos, dentro y fuera del aula.
Así, el aprendizaje en la era moderna no se produce sólo en el aula y durante las horas lectivas. Puede ocurrir en cualquier momento y lugar, siempre que los educadores encuentren formas inteligentes de incorporar la tecnología al proceso de aprendizaje.
La introducción de un sistema inteligente de información al alumno ayudará a los centros a potenciar el compromiso de los alumnos con la escuela y, en consecuencia, a mejorar el proceso de aprendizaje.
Crecer con la tecnología
El sistema educativo evoluciona cada día más, adaptándose a las nuevas tecnologías para mejorar la forma de enseñar, gestionar y organizar la educación.
Los sistemas de información para estudiantes son la nueva norma en lo que se refiere a tecnología educativa, y cada vez son más las escuelas e instituciones que confían en ellos para organizar el proceso educativo y agilizar las operaciones.
Los estudiantes de hoy crecen en un mundo en el que la tecnología está en todas partes. Los niños de hoy en día suelen ser educados con tabletas y ya tienen sus propios teléfonos inteligentes, por lo que tienen acceso a la información las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
En consecuencia, tanto los estudiantes como los padres tienen un alto nivel de exigencia en lo que se refiere a los avances tecnológicos en el entorno académico. Por eso pueden ser críticos cuando se trata de nuevos sistemas informáticos que se espera que utilicen. Una experiencia de usuario deficiente o un diseño de baja calidad les disuade de utilizar el programa porque les exige un esfuerzo adicional en comparación con lo que experimentan en otros lugares (por ejemplo, las redes sociales).
Mejorar la accesibilidad a los datos y la colaboración
Un sistema de gestión de alumnos bien diseñado facilita mucho tanto a los alumnos como a los padres la gestión de los trámites relacionados con la experiencia escolar. De los horarios a las clases, de las admisiones a las ausencias, etc. la educación mezclada con la tecnología ha aportado un enfoque más eficaz al proceso de aprendizaje.
Disponer de un sistema inteligente de información estudiantil permite a alumnos, padres y profesores estar alineados en el horario diario y gestionar las entregas académicas.
Por ejemplo, los padres pueden acceder en tiempo real a los deberes, las tareas diarias y el rendimiento académico general de sus hijos. De este modo, pueden estar siempre al tanto del rendimiento de sus hijos sin tener que esperar a los comentarios mensuales o trimestrales del personal académico.
De este modo pueden apoyar eficazmente a sus hijos fuera del aula. Además, un sistema de este tipo capacita a los niños, ya que les proporciona información en tiempo real y les ayuda a comprender su progreso académico.
Reducir los gastos administrativos
La automatización de tareas administrativas, como el registro de asistencia o la inscripción a clases, puede mejorar los procesos diarios y reducir los gastos generales.
Además, dar a los estudiantes la posibilidad de gestionar por sí mismos tareas sencillas, como solicitar permisos o fichar para entrar y salir de las distintas clases, no sólo les enseña a asumir responsabilidades, sino que también contribuye a reducir los gastos administrativos generales relacionados con el personal.
Construya su futuro con Classter
Teniendo en cuenta todo lo anterior, no cabe duda de que los sistemas de información para estudiantes son el futuro de la educación. La adopción de un sistema de este tipo puede tener un impacto directo positivo en el proceso académico y potenciar la colaboración entre niños, profesores y padres.
Classter es una sólida solución integral de gestión escolar y de aprendizaje que ofrece un enfoque holístico de la educación. Totalmente integrado con Office 365 y Moodle, este sistema todo en uno puede ser utilizado por cualquier institución académica, desde K-12 hasta colegios y universidades, con el fin de cubrir todas las necesidades de gestión escolar.
Preguntas frecuentes
Un SIS inteligente incorpora tecnología para mejorar el proceso de aprendizaje, ofreciendo acceso en cualquier momento y lugar a recursos y herramientas educativas, a diferencia de los sistemas tradicionales confinados en aulas físicas.
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